La principal diferencia se encuentra en los sensores de movimiento.
HTC Vive: Dispone de dos sensores láser (Lighthouse) colocados uno al lado opuesto del otro y situados a la altura de la cabeza. Estos dispositivos crean una barrera láser que es capaz de detectar el lugar donde estás en un espacio de 4×4 metros. Esto es una gran ventaja ya que muchos juegos de realidad virtual requieren movimiento y hace posible uno de los aspectos más y destacados de la experiencia VR.
Oculus Rift: Dispone de un sensor LED con infrarrojos que localiza los movimientos que realizas con la cabeza y al experiencia solo . Este dispositivo se coloca en una mesa en frente de las gafas y es necesario que apunte directamente a las mismas. Es capaz de detectar la altura de la persona que está en frente y los giros, pero solo los laterales, es decir, que no habrá señal si te pones de espaldas. ¿Solución? Comprar otro sensor. Puedes colocar varios de ellos para conseguir una precisión mayor. Hasta finales de 2016 los mandos Oculus Touch que incorporan sensores de movimiento no estarán disponibles.
Ambas gafas VR están disponibles en nuestra página web. Si después de leer ya tienes claro cuál es mejor para tu experiencia o evento, puedes alquilarlas aquí.